El Maestro Marcos Rubén Carrillo |
Se presentó el viernes 30 de marzo en el Salón Cristal de Aguas Termales Hotel & Spa de San Juan de los Morros, como Director Invitado a la Orquesta Sinfónica del
Estado Guárico
Juan Yáñez
Una vez más tuvimos
los sanjuaneros, oportunidad de deleitarnos con la presencia de este
inigualable director y mejor amigo de todos los que en esta ciudad habitamos. No es nuestra intención alabarle, pero si reconocerle con toda justicia, como el principal responsable de haber plasmado en San Juan de los Morros, entre 1995 y el 2003,
la mejor orquesta sinfónica jamás creada en el interior de la patria de Bolívar:
Nuestra Orquesta Sinfónica del Estado Guárico. Nuevamente, nuestro querido y entrañable
maestro Carrillo, con la misma humildad de siempre, (la humildad es patrimonio
de los escogidos) se allegó a San Juan de los Morros, para compartir con todos nosotros y en especial con nuestros jóvenes músicos, para dirigirlos en una
inolvidable velada musical que nos emocionó como otras tantas veces lo ha
hecho. El programa elegido guarda relación con la experiencia musical y conocimiento que se corresponde sobre la materia, de
nuestro director invitado. Comenzó con una pieza de Richard Strauss, maestro
del romanticismo tardío, que compusiera esta obra cuando contaba 16 años, titulada Serenata de Vientos, que impresionara en su oportunidad, por su calidad a experimentados
músicos de su época y que fuera en esta ocasión magníficamente interpretada por
la sección de vientos de la orquesta. Continuó con una pieza de Jean Sibelius,
de singular importancia y de muy difícil ejecución, como el Concierto para
violín y orquesta en re menor, que fuera magistralmente dirigida e interpretada
y que alcanzara con la ejecución de su solista, una excelsitud sorprendente. Sí,
amables amigos, Carlos Calderón, el varón más joven de la dinastía calderoniana,
con sus apenas 18 años, lució como un veterano maestro del violín y nuevamente
fue ovacionado; estimamos que ahora es que le queda tiempo y sin duda llegará muy lejos en su aplicación musical. El
programa finalizó con Suite de Danzas Antiguas N. 2, de Ottorino Respighi, talentoso
compositor italiano contemporáneo, que rescatara piezas de danza olvidadas del Renacimiento.
Nos halagaron los músicos con esta interpretación, que fuera en anterior
oportunidad, (según creemos correctamente recordar, las palabras del maestro Carrillo) estrenada por primera vez en Venezuela, por la misma orquesta y
dirección. Se interpretó con una sonoridad imponente y una impecable ejecución que
sintetizara la labor exquisita de músicos y director, perfectamente amalgamados
e inseparables, que arrancara de los presentes una merecida ovación y
reconocimiento. Necesario es hacer referencia a la brevedad de los ensayos de este concierto, que no llegaron a tres por el apagón que sufrimos el pasado miércoles o jueves. Circunstancia por demás loable que revela el grado de integración del director y los músicos. Cualquier entendido juraría que para lograr esa excelencia, ambos elementos tienen asiduo o permanente contacto. De esta manera se dio fin a una inolvidable noche dejando en el público la complacencia de haber asistido a un evento imponente, pleno de exquisita música, de reencuentros
y de sinceras demostraciones de una larga amistad.
Al centro el maestro Carrillo, izq. Carlos Calderón, der. Bruno Santangelo |
El maestro Carrillo y el autor de la nota |
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